Comida en La Espineda y regreso con el último pasacalles
El último día de las fiestas, después de bajar a San Bartolomé a la ermita de la Virgen de la Soledad, todo el pueblo se dirige a La Espineda para comer la carne de las vaquillas.
Antes del problema de las vacas locas la carne que nos comíamos era la de las propias vaquillas o novillos matados el día anterior y cortada la carne a primera hora de la mañana. Ahora la carne se trae del matadero ya preparada y controlada sanitariamente.
Antes del incendio de Guadalajara las calderetas con la carne se preparaban en La Espineda. Ahora se hacen en el casco urbano, concretamente en el Barranco y se llevan al pinar para comer.
Antes nos acercábamos a ver quién y cómo cocinaba cada caldereta y las seguíamos hasta que estaban dispuestas para comer. Ahora las vemos llegar anónimas y así tenemos que irlas catando y descubriendo.
En el álbum 27 agosto – La Espineda hemos puesto las fotos de los cocineros que nos ha enviado Laura G. y algunas fotos de la propia comida y sobremesa en La Espineda.
Una buena sobremesa de café, copa y conversación servida por los miembros de la Comisión en su último día de fiestas nos acerca al momento del regreso a Checa con la charanga.
Como siempre los coches que salen después del pasacalles tienen que ir los dos kilómetros detrás de la gente sin adelantar. Las alternativas son ir andando, regresar por la Tejera o esperar.
La entrada en el pueblo y subida hasta la Plaza de Lorenzo Arrazola es uno de los momentos más señalados del pasacalle.
Las fotos correspondientes al regreso de la Espineda están en el álbum 27 agosto – Regreso de La Espineda