Algunos momentos de las Fiestas 2010

Después de haber colocado algunas fotos, para ir haciendo boca, y algunos vídeos de las pasadas Fiestas de San Bartolomé, es momento de resumir o, mejor dicho, de opinar sobre las grandes líneas que han marcado las pasadas fiestas.

El tiempo ha sido extraordinario. Apenas una semana antes la noche de Traid era heladora. En Chequilla, sin embargo, no fueron necesarios los jerseys y cazadoras, como otros años. En esas fechas las predicciones meteorológicas, altamente fiables a menos de cinco días, anunciaban altas temperaturas. Y así fue. Las noches de Checa, durante las fiestas, fueron más de camisa que de jersey.

En los días previos hubo actos diversos que no quisiera pasar por alto. El certámen de pintura rápida que se saldó en participación y calidad (permítaseme la osadía del profano en la materia), con el mismo resultado que años anteriores, a pesar de los menores premios y de que ya casi hay más concursos de pintura rápida que pueblos. A este respecto, parece claro que el de Checa, por antiguo y por otras razones paisajísticas obvias, debería ser favorecido por las autoridades culturales provinciales y autonómicas, en lugar de ir reduciendo su asignación a premios al dividir la partida total entre más pueblos participantes.

También es habitual, en estas fechas, hacer una visita guiada a las excavaciones de la necrópolis de Puente de la Sierra y al asentamiento celtibérico de Castilgriegos. Este año pude asistir y mereció la pena. No siempre será posible ver como avanzan los trabajos y escuchar las explicaciones en boca del director de las excavaciones, Juan Pablo Martínez Naranjo, acerca de la importancia del asentamiento.

En la plaza del Barranco, otros años ha sonado música de Jazz para deleite de todos los amantes de la buena música. Este año se ha echado de menos.

Juan, nuestro párroco hasta el pasado 30 de agosto, cubrió ese hueco musical con un recital de guitarras. Bajo el nombre artístico de Juan Rag -de ragtime-, puso guitarra y voz a la tarde-noche del 21 de agosto. Podéis ver una muestra (disculpad la calidad de la grabación) en los vídeos de estas fiestas.

De los días de las fiestas hay que destacar momentos inolvidables: la tarde de San Bartolomé en la Plaza con un espectáculo ameno en el que un hipnotizador -perdón por no saber el nombre artístico-, manejó a una decena de checanos a su antojo. También tenéis una muestra, grabada por Manuel Yuste, en los vídeos de estas fiestas.

El encierro de los toros siempre deja momentos para el recuerdo. Este año fue «el apretón de Valen» en el Tiro de Barra. Hay varias fotos (dos tomas cenitales de Angel E. Mansilla y una que tiene J. Luis Gardel) que atestiguan lo cerca que estuvieron los cuernos de la trasera de Valen. ¡Claro que está acostumbrado! Algunos habréis visto sus fotos corriendo los sanfermines, sólo entre los toros. A ver si las podemos subir algún día para que las veamos todos.

Seguidamente pasacalles con la charanga regado con mistela, mojitos, torta y hasta con agua en las diferentes fuentes. Luego pasacalles a la plaza con las madrinas en una calesa y novillada con picadores en la que no estuve muy atento, mejor no opinar.

Noche mágica este año con la Rondalla. Una vuelta al pueblo con los pelos de punta. Hay momentos, esa habanera checana, por ejemplo, que debemos inmortalizar a toda costa. Va siendo hora de que estos chicos se junten y graben esas maravillosas canciones. Ahí hay un reto que otros pueblos ya han resuelto: Ayuntamiento y Comisión, un esfuerzo conjunto. Si se pudo hacer una cinta hace años se puede hacer un CD para vender en agosto de 2011.

El día 26, las vaquillas dieron un excelente juego en las calles: no se arrinconaron, se movieron por todo el pueblo respetando, casi siempre, las calles de corcho, entraron en la peña del Baile «granjero busca esposa» y alguna de ellas hasta bajó al río Genitores (aprovecho para reivindicar este nombre y no el artificioso de Gil de Torres).

A mediodía fideguá. Era la primera vez. Es bueno probar y el éxito lo garantiza el hecho de que cualquier cosa que nos evite la cocina es bien recibida. Parece, no obstante, que la paella concita más aprobación.

La tarde de las vaquillas confirmó, un año más, que los disfraces son todo un espectáculo. Este año el primer premio se lo llevó muy merecidamente Avatar, con una caracterización muy lograda.

Los novillos grandes. El primer novillo se hizo más grande todavía tras un revolcón a Luis Enrique en otro de los momentos de las fiestas que queda congelado en una foto cara a cara de tremenda proximidad. Ya no hubo oportunidades con los novillos. El capote que Belén le regaló a su marido Juan quedó para mejor ocasión.

En La Espineda la carne, cocinada de varias maneras, muy buena, la sobremesa con cafés y licores como siempre en un ambiente relajado, con algunos intentos de bailar la conga que no cuajaron. Luego el regreso. Lento, demasiado lento, como ya es habitual. Ese ritmo no permite ningún tipo de acompañamiento salvo el de aquellos que están totalmente metidos en la marcha. Parece evidente que uno de los motivos puede ser que el regresar más tarde alarga la fiesta. Sería conveniente fijar la hora de fin de la charanga en la Plaza, de modo que, hasta esa hora, fuese igual el estar parados en la carretera o dando vueltas dentro de las calles de Checa.

Este año, hasta la noche del 27 ha sido animada. Tras el nombramiento de la nueva Comisión, en contra de lo que suele suceder otros años, la Plaza no se quedó vacía y el baile se animó.

En resumen, unas buenas fiestas.

Por último, la polémica pulsera sin duda habrá sido efectiva (los números lo dirán), aunque no haya sustituido a los clásicos tickets de papel, ha sido una muestra de lo necesario que es el compromiso y ha evitado algunos escaqueos sangrantes.

Finalmente, he de añadir que, en lo personal, han sido unas fiestas extraordinarias como padre de Elena, madrina de San Bartolomé. Los que hemos estado próximos a estos actos jamás olvidaremos los momentos tan entrañables que hemos vivido estas fiestas.